Teología 301: Profundizando

Primera Parte

Segunda Parte

Llevo cosa de 20 minutos de reloj, señalando hacia el paisaje alieno que estoy viendo. No tengo ni idea de que decir ni que hacer, tengo sudores frios. Observo como a la vista de mi actual estado de crisis nerviosa, Luis y la niña empiezan a impacientarse.

la niña toma la palabra: Questo è un uomo abruti o algo así. Tiene cara de estar enfadada y supongo que me habrá dedicado alguna lindeza. Sus palabras tienen el efecto de sacarme de mi estupor, me dirijo a Luis con el máximo de tranquilidad que puedo.

¿Qué ha dicho la niña?

Luis pone cara de haber recordado algo de repente, rebusca en su bolsillo y saca un pequeño objeto, se acerca a mi y me lo pone en la mano. Es una galletita salada con forma de pez.

Es un pez salado de babel, me dice, Cometeló y serás capaz de entender cualquier idioma. Todos mis trabajadores lo han comido ya, así que podrás entenderte con Beatrice a la perfección.

Espero que no esté envenenado, pienso y me lo como. Supongo que Beatrice es la niña que tengo delante. El caso es que la ropa de esta chica, tan renacentista, me suena de algo.

Beatrice vuelve a hablarme: Benvenuto signore... y de pronto, un zumbido en mi cabeza y de pronto entiendo cuanto me dice, para vuestra comodidad escribiré el resto del diálogo en español, si bien ella siempre habla en italiano. (Toscano)

...Como supongo que se habrá dado cuenta, ya no está usted en kansas-

Ignoro la absoluta obviedad de su comentario y paso a lo siguiente: No nos han presentado, soy Jose, usted debe ser Beatrice. Le tiendo la mano y pasa olímpicamente de mi.

Así es, seré su adiestradora hasta que se aclimate a sus nuevas condiciones de trabajo, le mostraré el lugar y sus responsabilidades durante una semana.

Miro a Luis. El le hace una señal a Beatrice para que se retiré, me acerco a el y le pregunto.

¿Qué es esto...no, espera, quién eres tú?

Ya hemos hablado de esto Jose ¿Quién crees tú que soy yo? Me contesta.

Observo el lugar donde estamos, miles de rocas de diverso tamaño flotando en el vacio sideral alrededor de de un eje de luz.

No lo se, pero viendo como decoras tu casa, seguro que eres un fan del Half-Life

No consigo arrancarle ni una sonrisa, nisiquiera parece molesto por que me ria a su costa. eso me pone nervioso, no parece que no se defienda porque sea gilipollas, parece más bien que no se defiende porque se sabe ganador de antemano.

Te lo repetiré, soy el diablo y os odio profundamente, pero necesito que algunos de vosotros me ayudeis con el trabajo de hacer la vida imposible a tu especie. Creeme cuando te digo que la única forma que tienes de escapar al castigo eterno es entrar a mi servicio.

Se perfectamente que cuando me preguntas mi identidad lo que quieres saber es lo que yo pienso de mi mismo, mi verdadero ser, mi esencia, no la propaganda y basura que se escribe sobre mi en la bibilia, ni las estupideces que cuentan en el maharabata, el Corán y los textos religiosos o leyendas de tu especie. Ansías conocer la verdad tal y como yo la se.

Pues te está vedada.

Ahora, ve con Beatrice, a partir de ahora ella es todo tu mundo, tu sol y tus tinieblas, no le falles a ella, porque lo sabré.

Y a pesar de su tono tranquilo, Luis había conseguido sobrecogerme de miedo. Así que no le pregunté nada más, me acerqué a Beatrice.

¿Cómo es que llevas esa ropa tan antigua?

Es la ropa que llevaba cuando entré al servicio del infierno, en 1290. Responde

He observado que hablas italiano ¿por un casual no serás florentina no?

Me mira con cara de asombro, me alegro, por fin alguien con un atisbo de emoción en su rostro.

Vaya, mi acento me delata. en realidad hablo Toscano, en italia no existe un único idioma. Hizo una breve pausa mientras se giraba e indicaba un puente que unía nuestra plataforma con otra. Sigueme, tenemos mucho que enseñarte hoy.

Miré donde estaba Luis, había desaparecido.

Beatrice, florentina, 1290...

Iré donde me pidas, hoy me siento poeta y toscano.

Continuará

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