miércoles, noviembre 21, 2007

Fobia

Nada más entrar en la habitación de Miriam, me dí cuenta de algo muy desagradable. Una muñeca de porcelana dominaba la estancia desde una estantería.

Enseguida voy!

Miriam me vocea desde el cuarto de baño, así que me siento en la cama. No puedo evitar mirar a la muñeca. Vestida de bailarina, con la piel blanca, labios y ojos simulando maquillaje negro, parece una gótica en miniatura, pero al contrario que las de verdad que me resultan atractivas, esta me tiene acojonado.

Le tengo miedo a las muñecas de porcelana, no es un miedo atroz, no me quedo paralizado ni actúo de un modo irracional, pero sus ojos sin vida me resultan intranquilizadores.
No...es la idea de que pudieran estar vivos, observándo lo que hago lo que me da pavor. ¿Y si esperan a que me duerma para hacerme cualquier cosa? Debe ser un miedo primigenio a la indefensión...¿Quizás pánico hacia las mujeres? O puede que simplemente me inquiete tener la sensación de que me están mirando sin un simple parpadeo. No es normal, no es humano.

Miriam entra en la habitación. ¿Qué te parece mi casa? Nunca antes habíamos estado allí, ella siempre venía a la mía. Bien, le digo, dirijo mi mirada a esa muñeca, hago un par de comentarios sobre la decoración, intento que no se note la punzada de miedo que tengo. Ella se da cuenta de que miro a la muñeca con desagrado, es más observadora que yo. ¿Qué te pasa, no te gusta Sara?

Para que mentir, me ha pillado, confieso buscando quedar lo mejor posible. Miriam sonrie, se sienta sobre mi, me besa y me acaricia el pelo, Es solo una muñeca, tonto...nos quitamos la ropa y deshacemos la cama un rato.

De vez en cuando, cuando noto que tiene los ojos cerrados, miro a la muñeca, no lo puedo evitar. Siento escalofríos. Me la imagino saltando sobre mi con aviesas intenciones.
Me levanto al rato de terminar, necesito ducharme, le propongo hacerlo juntos. Miriam descuelga el teléfono. Tengo que llamar a una amiga, ahora voy. Me dice

...

Cuando el salió de la habitación, Miriam dejó el teléfono donde estaba. se levantó y cerró la puerta. Cogió a Sara de la estantería. Qué te parece? pregunto a la muñeca.

Sarah giró su cabeza hacía Miriam y le guiñó un ojo:

Es guapo, pero un poco gilipollas...

Video: Pauline en la playa - mis muñecas

9 comentarios:

Anónimo dijo...

quieres que te regale un chuky?

Anónimo dijo...

No maltrates el idioma!!!!!!!!!!!!!!! te tengo que pasar el comentario de Freud sobre lo siniestro, habla sobre las muñequitas de porcelana... miedo!!!!!

a mi me dan pánico, igual que los payasos.

Letichan dijo...

Si tenemos en cuenta que Chucky es más expresivo que una muñeca de porcelona, prefiero mil veces al Chucky :P

El contenido es acojonante, ciudadano y el desenlace sorprende.

En cuanto a la forma:
"Nada más entrar en la habitación de Miriam, me dí cuenta de algo muy desagradable. Una muñeca de porcelana dominaba toda la habitación desde una estantería."

Sustituiría una de las veces la palabra "habitación" por "estancia", "dormitorio", etcétera. Al estar ambas tan próximas, resulta repetitivo.

Enseguida voy!--Puntuación (estoy segura de que este tipo de fallos los corregirás, porque como ya me has dicho, lo has escrito sobre la marcha. Así que a partir de ahora, los obviaré).

"Le tengo miedo a las muñecas de porcelana, no es un miedo atroz, no me quedo paralizado ni actúo de un modo irracional, pero me inquietan, sus ojos sin vida me resultan intranquilizadores". Aquí me pega un ritmo más pausado. Prueba a cambiar la puntuación. Por ejemplo: "Le tengo miedo a las muñecas de porcelana.
No es un miedo atroz; no me quedo paralizado ni actúo de un modo irracional. Pero me inquietan. Sus ojos, sin vida, me resultan intranquilizadores". Por otra parte, ese "Pero me inquietan" me parece sobrante.

Sr. Calavera dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sr. Calavera dijo...

jejeje, a veces las prisas...

Karz dijo...

yo también voy a hacerte una crítica constructiva. Pero como mi nivel lingüistico acaba en los tarros de champu... te dire... ¡despide a tu negro!

Josel3 dijo...

Coincido contigo! No me gustan nada las muñecas de porcelana, ni las máscaras venecianas, ni los payasos... Les tengo manía y procuro estar en contacto con ellos lo menos posible xD

Sr. Calavera dijo...

Leyendo vuestros comentarios, cr´´iticas a la faltas ortografía incluidas, me doy cuenta de que no estoy solo con esto de los miedos irracionales.

Los pediofóbicos somos más! (y un día gobernaremos el mundo, un mundo libre de porcelana)

Calamidad Ambigua dijo...

Esto si que es bueno Jose, estuve pactando con una vendedora de muñecas antiguas para que me hiciera un precio especial. Las hay desde 1902, con la firma en la nuca del fabricante... Y tengo una en la mesilla jejejej