Hay personas que en vez de frente tienen un frontón, esto no tiene nada que ver con la ausencia de flequillo ni con el tamaño del trono, sino con la capacidad sobrevalorada de que las ideas externas les reboten como las pelotas contra un muro. La gente así es poco consciente de su entorno y tiende a ver a la gente diferente como el enemigo. Son cabezas cuadradas que pretenden que todo sea ordenado y esté a su gusto, por que su intelecto no dá para comprender que puede hbaer gente distinta a ellos, el mero pensamiento los enloquece.
Me encontré con un tipo así en el instituto, "El Contreras", fué profesor mio de historia y sus tejemanejes terminaron con mis padres creyendo que su hijo era un satanista desequilibrado (todavía se lo tengo guardado, esa falta de confianza en mi) y con una visita a un psiquiatra que escuchó toda la historia incrédulo.
Todo empezó en 1998, mientras cursaba C.O.U en el Instituto Cánovas del castillo, en el Ejido. Un día, a mediados de curso, un amigo mio de la clase de al lado fué sorprendido con un relato corto bastante gore y explícito en el que la estrella invitada era una profesora de matemáticas del centro conocida por su mala leche interior.
Yo no lo sabía aún, pero se estaba gestando ya mi drama. mi amigo fué al despacho del jefe de estudios junto con varios compañeros más y aguantaron bastante bien el tipo, el problema es que todo el grupo estabamos ya fichados de antemano, simplemente porque algunos de mis amigos eran góticos, heavys o punkis (en esa época yo en el instituto iba de grunge).
Una semana después, alguien, aún no se sabe quien. Hizo una serie de dibujos entre pornográficos y gore en la pizarra. Un profesor los vió y acabé yo como supuesto autor de los dibujos, según "el Contreras" por que había analizado mi forma de escribir. La verdad es que yo no los había hecho, para empezar y si los hubiera echo, tal y como era yo en esa épcoa me hubiera estado riendo en la cara del tipo. Le dije la verdad y no me creyó, así que le mandé a la mierda literalmente y no tuvo cojones de expulsarme, porque el resto de los profesores no creía que hubiese sido yo. Sin embargo, se tomó la molestia de llamar a mis padres y ahí se inició la hecatombe.
Me llevaron al psiquiatra, se creyeron toda la historia de "El Contreras". Fué decepcionante y me llevó a la conclusión de que era mejor que mis padres no supiesen nada de mi vida. El psiquiatra en sí alucinó cuando le conté la historia y me dijo que no hacía ninguna que volviera, también se lo dijo a mis padres, pero la verdad es que nadie me pidió perdón por la desconfianza hacia mi persona. Así que cuando creaís estar frente a un cabeza cuadrada, dejadle en su mundillo miserable que ya se ocupará el solo de amargarse.
domingo, noviembre 05, 2006
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2 comentarios:
Como siempre yo y mi imaginacion hacemos lo q queremos. La primera pasada parecia q iba a hablar de cabezones, pero en el sentido literal, pero esta claro q no.
jajajajaja, tengo amigos con la cabeza cuadrada en ese sentido.. en fin. Es verdad q cuando somos jovenes y mas en ciertas edades, nuestro comportamiento es mas rebelde y actuamos un poco menos en consecuencia con lo q nos rodea.. Segun pasa el tiempo, podemos mantenernos fieles a nuestro estilo y sin embargo saber cuando actuar de una forma o de otra para no escandalizar a la pobre vecina del 3º q si nos viera haciendo el ganso, seguro q moriría. Y a veces los padres no por desconfianza en su hijo, frente a acusaciones de otra persona, si no ya mas por amor y miedo a que de verdad algo malo le este pasando a su hijo, comente actos un tanto estupidos..
Pero todo sea dicho, todo lo q hemos vivido nos ha hecho ser como somos ahora, y la verdad pichorra, eres un tio genial con lo cual todo esta bien ahora. Y lastima para los q no ven mas alla.. en fin... Retrogrado seria una buena palabra..
ah, y por ultimo, no me tengas en cuenta las tildes y las faltas, q esto lo he escrito en los 5 minutos q has tardado en ducharte y lo sabes jajajajaja, byez
Me encantaría coincidir contigo en que nos ha tocado la lotería, o porque por ser el cliente 1000 de algún comercio nos regalasen un viaje, pero me temo que sé lo que es pasar por un pasillo, con enfermos mentales a los lados, enfermos que no tiene cara de gilipollas ni son viejos despeinados como en Alguien voló sobre el nido del cuco, si no que había chavales de nuestra edad, con pijama simplemente, en la unidad de psiquiatría de la Paz. tenía cita con el jefe de ésta sección.
Mientras me tocaba el turno, pensé, realmente pensé que los locos, los verdaderos locos, no tienen consciencia de ello. Que a lo peor yo lo era. Si no, ¿por qué estaba alli?
Al final todo quedó en una recomendación de ir al psicólogo, y la certificación de que no tengo ninguna patología mental. No todos pueden decir eso.
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