miércoles, septiembre 12, 2007

El Inevitable regreso...

















Ya tenemos aquí otra edición de Gran Hermano. La época en la que los "Reality-shows" copaban la audiencia en todas las cadenas ya quedó atras, gracias en parte a la explosión de buenas series de ficción que se ha dado de un tiempo a esta parte. Pocas de estas series son patrias, pero aunque sean americanas en su mayor parte, al menos tienen más calidad que la bazofia para ungulados que nos han servido los últimos cuatro o cinco años.

Todo empezó con aquel primer Gran Hermano, que ya apuntaba maneras acerca de lo que iba a suceder. Las cadenas empezaban a basar toda su programación en un único espacio. Los eventos sucedidos en el infame reality luego se repetían hasta la saciedad en los diferentes programas de prensa rosa que todas las cadenas tenían (y tienen). Se creaban debates absurdos acerca de porque el tipo este iba siempre en bata, sobre quien andaba liado con cual y quien se comía la comida de los demás.


Minutos de oro

Para las cadenas, crear un reality es un riesgo. Aunque en ocasiones no lo parezcan, se trata de programas caros, que tiene unos requisitos de equipo y recursos humanos muy exigentes, así, la tendencia de los medios televisivos a amortizar cada euro gastado, llevó a la sobreexplotación del producto.

Por eso a las emisoras le han dolido tanto los fracasos de sus realitys. Ahí pueden verse los fallidos intentos de antena 3 por arrebatarle el liderazgo a Telecinco, creando abominaciones aún más zarrapastrosas que Gran Hermano, como El Bus, Escuela de Actores o La Granja. El esquema televisivo creado por Gran Hermano requiere que el programa insignia de la cadena tenga éxito, si falla, todos los programas asociados se hunden tras su estela.

Telecinco también ha tenido su ración de fallos, como la útlima y pregonada edición de la Casa de tu vida, aguantó dos semanas en antena y luego indemnización para los concursantes y aquí paz y después gloria...


La clave del formato

Por desgracia para los aspañolitos, detras de este constructo existe una inteligencia maligna, experta en saber como darnos donde nos duele. han logrado mantener un formato nauseabundo en todo el prime time durante ocho años, no los subestimemos.

La idea es siempre la misma:

1. Meter gente que tenga una trama chunga o un secreto oscuro detrás, esto se ha ido haciendo cada vez más evidente con cada nueva edición.


2. Que estas personas sean, a poder ser, o bien chavacanas y barriobajeras o bien pijas e insoportables. Si pueden ser ser todas estas cosas mejor.


3. Que los individuos tengan, a ser posible, ideas muy distitnas, para que se peleen.


4. Si son promiscuos,vas por buen camino

5. Si sus familiares son iguales o peores, no puedes pedirle más a la suerte.


Y a todo esta ensalada, de condimento le pones a Mercedes Milá, experta en destrozar egos ajenos como si fuera un bulldozer israelí y los concursantes chavolas palestinas.

Luego, es buena idea introducir "subtramas", como si de una teleserie se tratara. Este año tenemos el tema de las gemelas, que se turnan para estar en la casa y la de una joven
transexual, de tan solo 18 años de edad, que parece ser que no ha revelado su condición a los demás concursantes. Seguro que alentada por la dirección del programa, que se frtota las manos pensando en si algún chico de la casa le intenta meter mano y se lleva una sorpresa.

Optando por curarse en salud, la madre de la concursante ya ha revelado la condición de su hija, (aunque yo creo que no hacía falta, se nota bastante). Finalmente han optado por provocar tensiones de género, creando un sistema de "palo y zanahoria" mediante el cualhombres y mujeres quedan en equipos opuestos. No me convence el tratamiento del formato sobre temas tan sensibles como estos. Es como encargarle a un nazi que haga una crítica sobre "el violinista en el tejado".

El mensaje de un despropósito

Lo peor, lo menos recomendable de este programa es el mensjae que lanza en pos de dos valores muy discutibles. En primer lugar, gana el más popular, el más querido y votado por el público, no necesariamente el que tenga mejores cualidades como persona. A la larga, la idea que introduce es la de que lo que cuenta para tener éxito es la fama, ser conocido y popular es lo único que importa.

Si a esto le sumamos el que los televidentes son testigos de las manipulaciones, peleas, malos modos y gilipolleces en general de los concursantes, que suelen ser unos perlas, se puede llegar a la conclusión de que para triunfar hace falta ser un pedazo de hijo de la gran puta.

Y este programa lo ve mucha gente, demasiada.

Conclusión, muchos se engancharon a esta morralla y otros dejaron de ver la tele. Yo pertenezco a este último grupo y debe decir que no lo hice sin pena, porque la televisión me había sido fiel durante muchos. Afortunadamente, al no haber niños de por medio, nuestro divorcio no fué tan doloroso y siempre quedó abierta la puerta a la reconciliación. No hay mal que cien años dure.





Un saludo!

Audio: " Tarantula" Smashing Pumpkins




6 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande verdades y muy buen análisis sobre esta basofia de show televisivo.

Telecinco está muy mal si no tiene mas recursos que este para remontar el vuelo de las audiencias. Lo preocupante es que siga funcionando la receta, eso habla mal y poco de nuestra sociedad en general... Y en general de todas las occidentales, porque este tipo de programas existe en todos los países avanzados...

ESE BARBAAAAAASSS!!

Karz dijo...

España es el país de la crítica. Aquí, ocho de cada diez palabras se usan para criticar (las otras dos suelen seguir a una crítica y son, "que fueerte"). Supongo que ese es el combustible de este típo de programas.

En fin, el cliente manda, el cliente siempre tiene la razón y el cliente lo que quiere es comer mierda. Pues oiga, mierda tenemos para rato.

Mientras tanto, el resto de televidentes (no, vosotros no sois clientes) se "fastidia" y deja de ver la tele.

Y hablando de tele, preparad las mulas, ranas azules o el animalito que sea que utilizais para compartir, porque Septiembre ha llegado y vuelven Prison Break, Heroes, Lost,...

Y como hasta el Robe terminó por comprender... para qué quieres la tele si tienes el youtube?

Sr. Calavera dijo...

Amos a ver pues que me trae la mula en el zurrón este otoño...jaus

Robe dijo...

Paso de GH, paso de Tele5, paso de Antena3, paso de Cuatro, de TVE1 y de TVE2, paso de las autonómicas, paso de la sexta, paso de las de pago y las gratuitas. En fin, que mi parrilla particular, cuando me apetece ver, algo la compone el YouTube para el humor, Lynch y Kieslowski para pensar (además de lo que me diga Mamen) y mis series para desconectar, MIS SERIES, no las que me diga un johnny que tengo que ver; y si me da la gana de que ahora a las diez pongan La Aldea del Arce, pues ¡hala! para eso está internet.

Me niego en rotundo, como otros años, a que GH entre en mi vida. Seguid mi consejo, apagad la tele y leed un libro o en su defecto ved Battlestar Galactica 2003.

P.D.: Gracias por la cuña Karz. xD

Anónimo dijo...

Aki tb hubo una ola de "Reality shows", y sí, contaminó todo... escuchaba comentarios en la universidad sobre los programas...
La televisión de acá es una mierda, es como la prensa... estúpida, hecha para dormir mentes...
Opté hace tiempo por apagar la tele, desde ke ocurrieron las marchas estudiantiles y el punto de vista sobre el tema iba cambiando abruptamente... un día nos trataban de delincuentes, otro de héroes... ahora resulta ke todos los ke conmemoramos con barricadas el 11 de sept somos vándalos... ke se pudran xD, bueno, ya es septiembre, y acá vamos a estar todos demasiados ebrios para pescar la televisión =D
saludos!

Sr. Calavera dijo...

La televisión siempre busca el morbo y la audiencia, veo que eso es igual aquí y en Chile...

Los medios de comunicación se olvidan en muchas ocasiones que están al servicio de la sociedad y que su deber es informar de manera objetiva.

Por desgracia, son empresas que no son independientes económicamente, dependen de la publicidad y normalmente están fundados por simpatizantes de partidos políticos, ya sea de la izquierda o la derecha. Me temo que esto es así en todo el mundo y es algo que me hace sentir mucha pena por mi profesión.

Aparte de esto, me alegro de saber que la gente joven en Chile no a perdido la memoria de la tragedía que ocurrió en su país cuando unos pocos decidieron derrocar al gobierno legítimo, elegido democráticamente.

Aquí en España la gente empieza a olvidar el desastre que supuso la guerra civil y en particualr los jóvenes, que no tienen una idea clara de lo que supusieron 40 años de dictadura, nada más hay que mirar los datos y es que tenemos unos 15.000 neonazis repartidos por toda España. han cambiado de forma de vestir para que la policía no los reconozca, pero siguen allí, cantando alabanzas a un régimen que los hubiera oprimido...

Es muy triste.