Este es un mensaje dirigido, a ver si te das cuenta de que va por ti:
Te voy a contar una experiencia que igual te sirve.
Hace un par de semanas, la lluvía convirtió en un rio la Avenida de Andalucía. Mi garaje, situado en una calle paralela a esta, está por debajo de ese nivel y por lo tanto, corría peligro de inundarse. Se me desprendió inmediantamente el aura de bon vivant que me persigue. En efecto, a mi también me preocupan las posesiones materiales, por más que lo niegue.
El corazón me latía tan fuerte que podía sentirlo perfectamente y el estómago me daba vueltas. Cuando ví aquel torrente de agua, me entró un sensación horrible. El nivel llegaba por encima de las ruedas de los pocos vehículos que se atrevía a circular por allí. Casi un metro, si subía un poco más, a la mierda mi coche.
Te voy a contar una experiencia que igual te sirve.
Hace un par de semanas, la lluvía convirtió en un rio la Avenida de Andalucía. Mi garaje, situado en una calle paralela a esta, está por debajo de ese nivel y por lo tanto, corría peligro de inundarse. Se me desprendió inmediantamente el aura de bon vivant que me persigue. En efecto, a mi también me preocupan las posesiones materiales, por más que lo niegue.
El corazón me latía tan fuerte que podía sentirlo perfectamente y el estómago me daba vueltas. Cuando ví aquel torrente de agua, me entró un sensación horrible. El nivel llegaba por encima de las ruedas de los pocos vehículos que se atrevía a circular por allí. Casi un metro, si subía un poco más, a la mierda mi coche.
Me vestí, iba para el garaje con el propósito de scar el coche y llevarlo a una zona alta que se ve desde mi terraza y que en esos momentos estaba relativamente libre de agua. Mi hermana me agarró, me recordó que el coche está asegurado a todo riesgo y que lo que yo iba a hacer puede resultar peligroso.
Toco tranquilizarse. Con un nudo en las tripas esperé, mientras pensaba en lo jodida que sería mi vida si me quedase sin coche, considerando lo difícil que es para mi desplazarme a pie debido a mi condición. Poco a poco la lluvia se calmó, el torrente fue amansándose hasta que desapareció, parecía que por allí no había ocurrido nada digno de mención. Me calmé y me acosté, reprimiendo el impulso de ir a ver el garaje. Si había pasado algo, lo vería mañana y actuaría en consecuencia.
Al día siguiente comprobé que estaba todo en orden. La tostadora veloz me esperaba, reluciente, sana y salva. los drenajes habían cumplido con su misión, mis agradecimientos al arquitecto.
Se paciente, ten sangre fría y escucha a la gente que te quiere.
Un saludo!
video: "palabras para Julia" Los suaves ( un montaje realizado por una fan, ya lo tuvo puesto un tiempo el robe, pero es que pega)
1 comentario:
Bonita historia con moraleja...
Y aún mejor tema. ¡Qué grandes los Suaves!
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