sábado, octubre 27, 2007

When we were kings

Dedicado a un camarada, otro rey sin corona.

Me doy cuenta de que mi frase de apoyo es la más corta. Compañero, tu ya sabes que soy una persona de pocas palabras. No creo que haga falta dar discursos para expresar lo que uno piensa, realmente, me parece mejor ser capaz de sintetizar las cosas lo máximo. Pero hoy...pues aunque me cueste esfuerzo, buscaré la forma de explicarme con más locuacidad. Sigo opinando que eres un grande y por aqui ando para cuando te haga falta.

La verdad, tu momento vital de ahora me recuerda enormemente al que yo viví hace ya un año, pero no es la empatía hacia tu situación lo que hace que te tenga aprecio tipejo, ya te había cogido afecto antes. que no se te olvide mucha gente.Como ya te habré comentado, la autoestima vuelve y si se cultiva incluso puede crecer por encima del nivel al que estaba antes de los golpes que nos la disminuyen. Los planes que me comentaste el otro día me parecen una buena idea y si los llevas a cabo te pondrán en el buen camino para ser una persona más completa.

Tienes que buscar algo en lo que ocupar la mente y que te de una sensación de triunfo.Yo me dedico al gimnasio y al vegetarianismo para demostrarme que soy capaz de hacerlo (entre otras cosas) y eso a conseguido que vuelva a ser el cromagnon feliz que era antes de pasar por toda mi odisea. Tu también lo vas a lograr, no me cabe duda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre lo he dicho, para mi, las cosas que me puedas decir son muy importantes, siempre tengo muy en cuenta tu opinion y tu visión de la vida. y mentiria si dijera que tus palabras de apoyo no han hecho que vuelva poco a poco a subirme la moral, sorprendentemente y aunque negaré haber escrito o haberlo escrito bajo amenaza, creo y considero que he encontrado a un buen amigo entre tus barbas...