Recibo una llamada, es mi tía, la hermana de mi padre. Ha venido unos días a ocuparse de mis tías abuelas.
Escucho de fondo a Doña S: ¿Con quién estás hablando?
Con José, contesta mi tía.
¿Quién es ese? Responde doña S.
Tu sobrino nieto, el hijo de Juan. Oigo comentar a mi tía.
Doña S responde, Aaaaa, si... Trabaja muy bien este chico ¿Cuanto le pagamos?
La memoria y la identidad no son más que neurotransmisores viajando de neurona en neurona.
jueves, octubre 08, 2009
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4 comentarios:
joder no te considera de la familia ya sabes cuando entres por la puerta cbrale un cheque de 1500 lerus y luego ya te ries de ella
Lo que le pasa es que no me identifica, sabe que existe un tal josé que es su sobrino nieto, pero no relaciona ese conocimiento con mi cara.
Asi que me rio por quitarle gravedad al asunto, ya hemos hablado largo y tendido sobre el humor negro. JJ
Nos vemos luego, monárquico. :P
Ahí va, esto parece un diálogo a lo Tarantino, trin tran, tron
XD
Surrealista total.
Es cierto, hay partes que suenan a mafiosillo. La verdad es que mis tías abuelas darían el pego como matriarcas de la cosa nostra. xD
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