Ayer me puse a ver una película anime,
Paprika: Detective de los sueños. No soy un gran fan de la animación japonesa la verdad, pero me han dado bastante el coñazo con esta asi que empecé. En diez minutos empecé a sentir repelús, no por mala, sino por la aparición de varias muñecas de porcelana como elemento de la trama. Me causan bastante grima y he tenido que ver la peli en dos tiempos, tomándome un respiro para mentalizarme de lo que me esperaba.
A casi cualquier cosa se le puede tener miedo, conozco a docenas de entomofóbicos, que abjuran y aborrecen del
animal más numeroso de Málaga. (el segundo son los ratas y el tercero, empate entre las gaviotas y nosotros).
Son miedo irracionales, aunque una araña puede picarte y una cucaracha propaga enfermedades, la fobia a ellas es excesiva, ponerse a gritar o tener un subidón de adrenalina al verlas es pasarse cuando con un pisotón o un manotazo puedes librarte de ellas sin más problema.
Otra cosa es el miedo a cosa potencialmente más letales, como el japonés al que le gastan una broma de
bastante mal gusto. Si este tipo acaba con algún trauma yo lo vería comprensible.
¿Pero que hace que tengamos estos miedos?
Quizás lo mejor sería consultar a un psicólogo y no al Barbas (quicir, a mi) pero teniendo en cuenta que existen múltiples teorías sobre este tema, probablemente os hagais un lío. Prestadme atención a mi, que como buen lider sectario ofrezco respuestas facilonas a cualquier problema. Con la diferencia de que yo no cobro.
El miedo es lo incierto, lo desconocido asusta. Dicen que cuando el ser humano encuentra algo nuevo para su experiencia se hace tres preguntas:
1. ¿Será peligroso?
2.¿Será comestible?
3. ¿Podré tener sexo con el?
Como veis el miedo es una motivación más poderosa incluso que el comer y el follar. Queremos sobrevivir a toda costa, poca gente trasciende esto. Por eso el miedo es una herramienta de la evolución, los monos que tenían miedo del tigre de dientes de sable tuvieron más descendencia que los que no.
Pero claro, nada es perfecto. Somos seres inteligentes (algunos más que otros) pero esa inteligencia a veces solo sirve para joderlo todo. Un gato no tiene fobias, una persona si ¿Porqué? La imaginación es la clave, una arañita de menos de 1 cm de diámetro puede crecer hasta proporciones gargantuescas en la mente de un aracnofóbico. Quien debería tener miedo es el bicho, hay insectos que se vuelven resistentes a los insecticidas, pero no conozco ninguno invulnerable a la suela de un zapato. Un animal no se plantea estas cosas, si sabe que puede comerse algo, se lo come, si sabe que ese algo se lo puede comer a el corre.
En cambio nosotros, si desconocemos algo, tendemos a agrandar su peligro. Por ejemplo, por norma general, cuanto más grande es una araña, menos peligroso es su veneno. (no lo necesitan para cazar a sus presas, ya que tienen fuerza bruta de sobra) Pero la gente no lo sabe y siente mas miedo de una tarántula cuya picadura apeñas causa leves molestias frente a una araña de embudo, que puede llegar a ser mortal.
La verdadera naturaleza de algo no cuenta a la hora de temerlo, pesa mucho más lo que nosotros imaginemos que es, incluso si nuestra mente nos engaña.
Impronta
De pequeño, el padre de una vecina nos llevó al circo. Aquello era bastante cutre la verdad, no había grandes fieras, el supuesto fakir-tragasables tenía pinta de venir de Almogía y los payasos eran un poco siniestros.
Años después, ya de adolescentes, nos reunimos en mi casa unos pocos para ver "It", mi vecina se largó nada más aparecer Pennywise. Más adelante me comentó que desde aquella visita al circo, no había podido soportar a los payasos.
Es sugestionable la mente infantil. Si teneis hijos llevadlos al parque, a patinar o donde sea, pero esperad a que crezcan un poco antes de llevarlos al circo.