¿Cúal es la razón para hacer un chiste de mal gusto o macabro? En mi opinión, se trata de una estrategia para eliminar tensión. Este es un mundo con potencial para ser muy malo y en ocasiones nos topamos con realidades que son difíciles de soportar. Una manera de seguir adelante sin hundirnos es esa, mediante la risa.
Y al español de a pie, este tipo de gracias se le da bien. Quizás sea por la cultura de derrotismo que parecemos arrastar desde hace décadas, una situación que parecía haber desaparecido con la bonanza económica de no hace mucho, pero que se ha reinstaurado con la llegada de la crisis.
Una prueba de esto son los innumerables chistes que se hicieron sobre Irene Villa, los atentados de las torres gemelas o sobre los represaliados durante la guerra y la posguerra. Somos un país de cabrones, pero chico, de algún modo hay que hacer soportable la vida. Cuando ocurre una desgracia así a veces empiezas a pensar que te puede tocar a ti. Lo más práctico es huir de ese pensamiento y la mejor manera, es riendo.
Vease por ejemplo el caso de Marta, que a estas alturas lo conoce toda España. Voy con dos amigos. Uno de ellos ha participado en las labores de búsqueda del cuerpo. Varias semanas muy duras buscando intensamente en barrizales, con la tensión de querer ayudar a unos padres que ya sólo desean poder enterrar a su hija.
Caminando por el puente de Tetuán, escuchamos la conversación de dos amigas, una de ellas dice: No soporto a esta tía, un día la mato.
Cuando ya estábamos un poco más lejos, mi amigo apuntilló: Como la acabe matando y se le ocurra tirarla a un río, la mato yo a ella.
En ese momento, los tres nos empezamos a reir y por un momento nos olvidamos que este es un mundo en el cual, alguien es capaz de matar a una niña solo porque es un imbécil prepotente, incapaz de asumir un rechazo.
Un saludo.