Transkinkanya (Y ya van dos)

Las tres mujeres se avalazarón sobre nuestro héroe. esto no le pasaba desde los 16 años, que fue el primero de su grupo de amigos que le robó una moto a un limonetti. En esa época era el más duro y no había jenny desde Los Corazones a La Corta que se resistiese a sus encantos.

Le tiraron al suelo y comenzaron a arrancarle la ropa. Nuestro protagonista rozaba el éxtasis y no por las pastillitas esas que le compraba a Er Fai los fines de semana. Una de las mujeres le mordió en el cuello, al principio le dolió bastante, pero luego le entró una extraña somnolencia y una sensación de placer desconocida para el hasta ahora. de pronto, se escuchó un atronador golpe y la puerta del castillo cedió.

Las mujeres sisearon y el viejo de la peluca rara puso aún más cara de rancio de lo normal. Mirando hacia la puerta, nuestro protagonita vió entrar a otro anciano, vestido con ropa más pasada de moda que la lambada y unas gafitas que le hacían parecer un intelectual, con lo cual a nuestro protagonista le cayó mal desde el primer momento.

Apartaos de el, putas de satanas! Grito el recien llegado alzando una cruz en su mano izquierda y desenvainando un kukri gurka con la izquierda.

Ante lo cual, el Niño c, que no soporta a los moralistas se levantó como un resorte, lanzando por los aires a las tres mujeres que se quedaron pegadas al techo por sus propios pies y manos. Pequeños chicates (malagueño para "chorros") de sangre borboteaban ocasionalmente de dos agujeros en el cuello de nuestro protagonista, pero el o no se daba cuenta o le importaba un carajo, porque lo veía todo rojo y con visión de tunel, al Niño c nadie le fastidia un polvo y vive para contarlo.

Que quiere tenéh tú viehooooo! ATTICAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. (Su aparición no ha podido ser más inoportuna, le pido amablemente que se marche.)

Y dicho esto, le estampó en la cara del viejo un puñetazo con tal fuerza que lo decapitó, gracias también al peso extra de todos los sellacos que llevaba como anillos.

El otro viejo, el de la peluca extraña habló: Briavo, crieo que despuiés de tiodo no eres tan iniutil, quizias te pierdonoe la vi... Pero no pudo terminar la frase, ya que el Niño c, poseido por el ansia de batalla, le estampó en la cara su medalla de plata de la cofradía del Cautivo, bendita por el mismísimo obispo de Málaga. La combinación del puro metal, la energía divina depositada en el y la mala follá del Niño C, que a veces parece Granadino, provocaron que la cabeza del viejo explotase como un melón pocho en manos de...No se, de alguien muy grande y encabronado.

en vista de su victoria el Niño C alzo lo brazos y se quitó los jirones que quedaban de su camiseta del Pizza west, descubriendo su tatuaje con el escudo del Málaga.

Málagaaaaaa la bomboneraaaaaa....niano niano....Hermanoooo, lo rosa es el culo lo negro es el...Para para para...y las jennys? (Vaya, parece que he ganado y estoy fuera de peligro..pero un momento, y las chicas)

Las tres mujeres estaban allí, atemorizadas ante el furor combativo del Niño C, que se acercó a ellas paso a paso, se tumbó de nuevo en el suelo y dijo:

Hacerme cosquillitah, no primah? (Prosigan donde lo dejamos antes)

Las tres mujeres se encogen de hombros y se avalanzan sobre el. Los Gritos del Niño C quedan ahogados por el estruendo de la tormenta.

Epílogo:

El fin de semana siguiente...

Una bella doncella corre por su vida en los bosques de Transilvanya, se le ha hecho tarde y la oscuridad cayó sobre ella antes de poder regresar. En la penumbra vislumbrá el carruaje de caballos de el Conde, el amo del castillo que si la alcanza acabará con su vida. Intenta correr, pero tropieza y el carruaje le da alcance, de pronto se da cuenta de que de el vehículo surge una extraña melodía en un idioma que no comprende.

Alguien baja del carruaje, un hombre joven que sonrie mostrando dos prominentes colmillos.

¿Tah perdioh tú? ¿Quiereh mimito? Ven ven que te de lo tuyo vennnn (Intraducible)