miércoles, abril 15, 2009

Francotirador (I)


Sniper odiaba aventurarse en las ruinas de la ciudad, era deprimente. Mirase en la dirección que mirase tan solo podía ver ejemplos de la estupidez humana, pero en su comunidad era el único inmune al virus, así que estaba obligado, ultimamente estaban teniendo problemas con los suministros de antibióticos.

Tenía las herramientas adecuadas para su trabajo: Un viejo Aaw con munición de sobra más silenciador y un hacha de mano, comida y agua para varios días, equipo de escalada y mirillas para el fusil con visor IR y filtro estelar, así como un mapa de la zona, algo obsoleto debido a los edificios derrumbados, pero suficiente para navegar eficazmente el desastre en que la urbe se había convertido. También tenía una radio para comunicarse con su equipo de apoyo pero una vez pasase la entrada de la calle lárga estaría a merced de los peligros de las ruinas, sus amigos no podrían entrar para ayudarle. Entendía y aceptaba ese riesgo, lo cual no significaba que no estuviese asustado.

Tras varios años después de El Pánico, las farmacias más cercanas a las afueras habían sido saqueadas ya. La única opción era el interior de la ciudad, donde esperaba encontrar lo que necesitaba. Aunque era consciente de que podía no quedar nada o acabar muerto, la razón por la que nadie solía aventurarse al centro de la ciudad era que estaba a rebosar de feos.

Una hora después de pasar el punto sin retorno, escaló una montaña de escombros para subirse a la azotea de un edifcio bajo, Se propuso usarlo como un punto elevado de observación y para pasar la noche de manera más segura que en el suelo. Sacó el fusil y usó su mirilla para otear la zona en busca de peligros.




Estaba oscureciendo y eso le permitió distinguir el brillo de una fogata. Siluetas grotescas entrecortadas danzaban a su alrededor. No le cabía duda alguna de que era un grupo de feos. Pudo atisbar como estaban dándose un festín, probablemente algún desgraciado de los campamentos de carroñeros que se ganaban la vida saqueando la ciudad y revendiendo tuberías, vajillas, partes de motor...Un tipo que había sido demasiado lento o desafortunado.

Siguió mirando pese a que se le revolvían las tripas, estaban al alcance de su rifle y pese a la oscuridad, la velocidad del viento era casi cero y las figuras estaban casi todas de espaldas a la luz de la hoguera. Estaba seguro de que podría tumbar a dos o incluso a tres sin que pudieran localizarle gracias a su silenciador y a la creciente oscuridad.
Pero eso no iba a salvar ya a aquel pobre diablo, además, los feos se dispersarían y pondrían en guardia a todos los bastardos de su clase en kilómetros a la redonda. Guardó los prismáticos, se tapo con una manta gris de camuflaje en ciudad e intentó dormir.

Mucha gente confiaba en el, aunque sus posibilidades fuesen mínimas. No podía tirar por la borda la misión.

7 comentarios:

Frank Kaz dijo...

Solo le faltaba dormirse escuchando rrrrradio galaxia! la radio libre del yermo! donde escuchareis la verdad por mucho que duela... les habló Three Dog!

Francis Moriel dijo...

Oooouuh, qué historiaca, me gusta.

Malo, Barbas, malo: últimamente me gustan mucho tus post.... algo tenemos que hacer

Sr. Calavera dijo...

Paco 01, lo reconozco, tantas horas de patearme el yermo capital han dejado huella...

Paco 02, No te preocupes, ya haré algo con lo que pod´rás meterte a gusto. xD

Karz dijo...

Camperooo!! Sólo por eso deberían zamparselo pa desayunar.

PD.: Es mejor un niño C merendado que un campero apoltronado... XD

Josel3 dijo...

Qué nos gusta una historia post-catástrofe, cagonlamar... :D

Sr. Calavera dijo...

Andaluces (post-apocalypticos)Levantaos, pedid tierra y una bomba nuclearrrrrrrr

Milton Castro dijo...

Esto es una onda ``Soy Leyenda´´, muy bueno.
PD: Onda que soy feo pero no ando comiendo gente.